El acebuche, (o el olivo que es su versión cultivada) se encuentra ahora en plena floración cambiando el color del árbol de verde y sus tonos plateados del envés de la hoja al blanco amarillento de las flores, unas flores minúsculas que con el soplo del viento comienzan a expandir el polen que una vez que alcance otras flores se convertirá en la preciada aceituna. La polinización por viento ocurre en no pocas especies arbóreas de manera que al concentrarse el polen en el aire afecta a los alérgicos más que las plantas que son polinizadas por insectos pues en esos casos el polen lo mueven estos animales y nunca llega a concentrarse tanto en el aire. Ahora le toca al olivo pero otras plantas como las gramíneas esparcirán su polen por el viento un poco más adelante.
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