La etapa número 4 nos llevó hasta El Padul, 71 km con 800 metros de desnivel de ascenso, sin importantes dificultades salvo algunas subidas en los pueblos. Partiendo de Cádiar se recorrió lo que quedaba de la Alpujarra Granadina pasando por pueblos como Órgiva, con sus grandes llanuras de inundación de los barrancos o Lanjarón, un pueblo situado en tres pisos que hay que remontar uno tras otro para pasar hacia Dúrcal antes de llegar a nuestro destino. Una cosa que me llamó mucho la atención es que en las etapas anteriores prácticamente no me crucé con ningún ciclista y en esta etapa hasta llegar a Lanjarón tampoco.
El Padul es conocido por sus humedales situados al pie de Sierra Nevada. Se puede recorrer de forma completa y rodearlo haciendo una gran ruta senderista y en algunos tramos hay pasarelas y observatorios disponibles para los visitantes. Algunos me preguntáis si no es aburrido viajar solo y lo cierto es que a veces te llama alguien y no estás ya tan solo. De todas maneras es cuestión de llenarse el día de actividades y se puede disfrutar plenamente de estas experiencias.
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