Aunque tenemos los ríos muy intervenidos y los equilibrios no son los naturales aun nos podemos encontrar algunas sorpresas. El Río Guadaíra es un importante afluente del Guadalquivir en su curso bajo y una fuente de agua dulce que contrarresta el efecto de las mareas manteniendo niveles que permiten mantener muchas de las especies típicamente fluviales como es el caso del galápago leproso, una especie no especialmente rara pero que la falta de agua dulce (en épocas dónde debería haberla) la va relegando poco a poco a los pocos hábitats que aun mantienen algo de agua todo el año. Cómo reptiles que son necesita insolarse para alcanzar una temperatura que permita la realización de las funciones vitales. De no ser por este detalle los reptiles serían animales muy difíciles de ver ya que son capaces de esconderse muy bien, incluso los más grandes y sobre todo muy rápidos. Incluso un galápago, a pesar de la fama de lentos que tienen, desaparece rápidamente si tiene el agua relativamente cerca.
La Toba, Medranda, Pinilla de Jadraque y San Andrés del Congosto dicen no a
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Hace 23 horas
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