Con la imagen típica de un calar voy referirme a las actividades de voluntariado ambiental realizadas. La verdad es que para un campo de 12 días poco volumen de trabajo tuvimos. El punto básico de trabajo fueron los anfibios, al ser éste unprque con una buena cuenca hidrográfica son muchos los sitios para los anfibios incluidas las abundantes fuentes y pilones que hay por todo el parque. Así pues una de nuestras tareas fue el censo de anfibios, tanto en remansos de ríos como en fuentes y pilones en los que encontramos varias especies, Rana común (Rana perezi), Sapo partero bético (Alytes dickhilleni) y Salamandra (Salamandra salamandra), todos ellos, a excepción de la rana, en la forma inmadura. Además de los anfibios la revisión de estos lugares nos llevó a encontrar numerosos invertebrados e incluso culebrillas de agua. En las aguas más oscuras hicimos la búsqueda moviendo el fondo e intentando recoger con un salabre los animales, recogimos numerosos invertebrados aunque no muchos anfibios. En muchas de estas fuentes no encontramos nada ya que son limpiadas regularmente eliminando a todo tipo de animales, en otras fuentes la falta de rampas para salir cuando el agua baja también hace que no sean demasiado favorables para los anfibios.
Para favorecer la presencia de los anfibios también estuvimos haciendo pequeñas balsas en forma de represas en los aroyos en los lugares indicados por el parque. Para ello utilizamos una lona impermeable de dos capas sobre la balsa construida y rodeada de un buen muro de piedra que el agua sobrepase pero no sea capaz de arrastrar y permitiendo una profundidad de unos 40 cm. En una de las ocasiones hubo que transportar todo el material a pie montaña arriba, (una mochila de unos 40 kilos, una auténtica barbaridad) 4 metros de doble lona, dos azoletas y dos palas para echar todo el día montaña arriba, en un pastizal de cumbre que se ve desde el mirador de Cotillas, afortunadamente un majuelo que quedaba sobre la balsa nos protegió de la fuerte insolación, permitiéndonos trabajar mucho mejor en el terreno, tras colocar la lona se cubrió todo de tierra, ramas y piedras dando al lugar un aspecto totalmente natural. El objeto de las balsas es mantener durante más tiempo el agua de los arroyos que en su mayoría son estacionales, es en estos lugares donde los anfibios se reproducen aí comotambién un buen número de invertebrados por lo que estas actuaciones favorecen a muchas especies. En los abrevaderos cercanos pudimos observar una buena colección de aves que encuentran alli su unico punto de agua en varios kilómetros y que atrae a todo tipo de aves como los petirrojos, la collaba grís, trepador azul, petirrojo, escribano soteño, escribano montesinos o carbonero común. Tras esta tarea, volvimos por la Torca del robledal, aunque tan rápido, que no dio tiempo para disfrutar del lugar ya que alguien que no se había llevado agua puso el turbo para llegar a una fuente junto a la pista para volver. Además de esta que fue nuestra tarea central también estuvismo realizando encuestas en el entorno del nacimiento del Río Mundo, unas encuestas larguísimas en las cuáles no creíamos ni le veíamos sentido ya quem preguntaban cuestiones tales como el dinero que ganaban al mes y estar manifiestamente mal diseñadas ya que la autora nos explicó que había cosas que no había que preguntar o hacerlo en distinto orden, a pesar de todo las hicimos cumpliendo con el trabajo. Finalmente, a pesar de que el campo de trabajo eran 12 días y el volumen de trabajo escaso, en una mañana levantandose temprano podían hacerse varias balsas y no se hizo más de una al día, quedaron fuera actividades como el arreglo de vallados, la retirada de antiguos vallados o la recogida de semillas de plantas que no se hicieron.
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