Otro de los jaramagos más habituales que podemos encontrar en casi cualquier solar, pastizal o enmedio de una grieta con un poco de tierra en la calle es Hirschfeldia incana. Su porte es muy ramificado y en suelos pobres desprovistos de vegetación puede alcanzar un tamaño realmente espectacular (son parte de los "yerbajos" que frecuentemente la gente pide erradicar de los solares y otras fincas urbanas) llegando al metro y medio de alto además del ancho por las numerosas ramificaciones. La forma de diferenciar este jaramago de otros es por el fruto, que además de su forma característica que podemos ver en la primera imagen ya maduro se caracteriza por salir paralelo al tallo y hacia arriba a diferencia de otros jaramagos cuyos frutos crecen en perpendicular al tallo.
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