En estos días no es difícil de poder observar algún que otro ejemplar de Papilio macaon aprovechando las altas temperaturas que activan su potente vuelo, un vuelo capaz de hacernos sentir su sombra si pasa cerca de nosotros. A pesar de que le falta el trozo de un ala es un ejemplar bonito y no tiene problema alguno para volar. Esto me recordó esa leyenda rural de que cuando tocas una mariposa y suelta el polvillo ya no pueden volar. Una vez lo hice, pude coger una y al tocar las alas soltó ese polvillo típico que no son más que las escamas que recubren las alas y dan nombre a este orden de insectos (Lepidotero; alas escamosas), luego la solté y siguió volando sin problema alguno.
La lucha del pueblo de El Frago frena una macrogranja porcina
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El Frago es un pueblo con 11 siglos de historia ubicado en las Altas Cinco
Villas (Aragón), con una población censada de 139 personas. Desde hace
años, l...
Hace 19 horas
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