A la hora de buscar momentos mágicos que permanezcan siempre no ya en nuestra mente sino en nuestra retina hay que pensar en que las cosas mas bellas son las mas sencillas y que tampoco hay que hacer miles y miles de kilómetros para encontrar esos momentos, pueden estar mucho mas cerca de lo que pensamos y nosotros sin darnos cuenta. La combinación de colores anaranjados, rojizos y azules del atardecer son como hechizo natural que te envuelve y te transporta en el espacio y en el tiempo, todos los atardeceres son bonitos pero este tiene algo más, es ver desde la distancia, el pasado desde el presente, un buen puñado de buenos recuerdos, recuerdos que no se conforman con serlo, recuerdos que se rebelan y quieren seguir siendo parte del presente, recuerdos que no quisieron quedarse en un cajón olvidado de la memoria, recuerdos que me acompañan siempre, a veces para consolarme, a veces para reirme, a veces simplemente para decir "hola" o para invitarme a pasarlo bien, sea como sea siempre para bien, y es que al atardecer nunca es un final, un día acaba y luego empieza otro, es solo un "hasta luego" y entre que un día termina y otro empieza se duerme sobre un colchón de de nubes que invita a soñar cosas bonitas para despertar con un nuevo amanecer que siempre nos deparará algo nuevo aunque al despertar la vista no sea mas que un montón de edificios grises y feos que nunca borrarán de mi retina ese atardecer...
Vista de La Palma desde Tenerife 10/07/2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario