lunes, septiembre 25, 2006

El duro trabajo del voluntario ambiental en Picos de Europa

Irse a un campo de voluntariado ambiental es otra forma de viajar y conocer nuevos sitios pero ni mucho menos son unas vacaciones pagadas como hay quien se cree, aunque no se puede negar que en general se lo pasa uno estupendamente. El alojamiento y la comida que nos dan hay que ganárselo y eso es a lo que me voy a referir con este post; en este interesante turno nº3 de voluntarios del Parque Nacional Picos de Europa (el que no vino se lo perdió) tuvimos el trabajo más pesado que te puedes encontrar en un campo de trabajo y es que nosotros hacíamos conteos de coches y personas además de alguna que otra encuesta, un turno de 7 horas al día con una hora de descanso para el picnic, es cierto que el primer día es un aburrimiento pero es como todo, cuando te acostumbras es como cualquier otra tarea y si tienes la cabeza bien puesta al final lo haces hasta con gusto y todo, estábamos conteando el tráfico de vehículo en la zona de Poncebos, de vehículos en Sotres (Ruta del Urriellu, que ya contaré por aquí) y de personas en la ruta del cares, a éstos últimos además le preguntábamos hasta donde llegaban o de donde venían, si al principio esto resulta pesado pasados un par de días es más que entretenido, con algunos te pones a hablar, otros hacen bromas, otros te preguntan de donde eres y tan solo unos pocos pasan, también cuando vienen guiris te das cuenta de lo mal que te enseñaron inglés en el instituto, aunque con un poco de imaginación acabas preguntándoles en spanglis y entendiendo lo que dicen. Recuerdo en uno de estos conteos que venía un grupo de una guagua (guaguas son autobuses, esta palabreja se usa en canarias y me la han pegado bien, hace como un año y algo que casi no digo la palabra autobús) y les ,pregunté si eran del autobús y me dijeron que si y que el último era un hombre canoso con cara de loco peligroso y que tuviera cuidado con él. Como veis la cosa puede ser hasta divertida siempre que le busquemos el lado positivo y de humor a la cosa, otra anécdota divertida fue un turista que en la zona del funicular de Bulnes que vió un pedrasco con forma similar al Naranjo de Bulnes y nos preguntó si era ese, le dijimos que no era que el naranjo, que desde la posición en la que estábamos no se veía y dice el hombre; "da igual, si tiene la misma forma" y a continuación sacó la pertinente foto que seguramente enseñará a sus amigos y lo entiendo y lo entendereis cuando os cuente la subida al Naranjo, y es que si muchos lo supieran darían por bueno este Naranjo...

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