Aunque es la libélula más abundante siempre nos deja fotografías espectaculares cada otoño, dónde los ejemplares abundan por doquier. En las libélulas es habitual el dimorfismo sexual, de manera que los machos tienen los colores más llamativos, el rojo es el macho. En este época machos y hembras forman un tandem en el que el macho sujeta la cabeza de la hembra con el extremo del abdomen y la hembra se une al macho con su extremo del abdomen al inicio de éste en el macho, casi en el tórax. Una vez la hembra ha sido fecundada no se separa del macho hasta depositar cuidadosamente los huevos en el agua.
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