Llegar a la Cascada del Prior, dentro de la garganta del mismo nombre no es tarea fácil, por una parte localizar el camino y por otra tener trepar por piedras para poder contemplar esta bella estampa. Pero una vez arriba uno se da cuen de que realmente ha valido la pena llegar hasta aquí y disfrutar de la cascada, su poza, sus helechos reales, sus cantos rodados que sostiene la poza dejando tan solo unas pequeñas grietas para su lento vaciado. Y sobre todo, el sonido de la cascada que resulta ensordecedor de la cantidad de litros que caen por segundo y que siguen y siguen cayendo como si el agua fuera infinita.
Éxito de la campaña de educación ambiental de Ecologistas en Acción de
Guadalajara
-
El grupo de Educación Ambiental de Ecologistas en Acción de Guadalajara no
ha dejado de trabajar desde principios del año 2024 ante la enorme demanda
de ...
Hace 1 día
No hay comentarios:
Publicar un comentario