He pasado 14 días en el P.N. Ordesa y Monte Perdido dentro del programa de voluntariado de Parques Nacionales con la Asociación Gaia. El Parque en si onb es demasiado grande, tan solo unas 15000 Has siendo bastante más pequeño que otros parques como Cabañeros o Picos de Europa. En esta ocasión las labores de vountariado han estado más difuminadas que nunca no estando nada claro en la actualidad cuál es el papel del voluntario en estos espacios, algo que viene haciéndose notar desde 2009. El Parque se divide en cuatro zonas, el Valle de Ordesa, que fue la primera zona del parque en protegerse, el Cañón de Añisclo, que atraviesa el parque desde casi el norte hasta el sur, la Garganta de Escuaín, la zona más desconocida del parque y el Valle de Pineta, la zona más alta del parque. La época primaveral (aqui es mediados de junio) es la mejor época para visitar el parque, tanto por climatología como por la espectacular floración que experimenta en esta fechas en la que numerosísias flores florecen a la vez, demasiadas para cualquier aficionado a la flora. Además muchas de estas especies son propias de la zona o bien son plantas típicas de las motnañas europeas, dada su situación teniendo poco que ver con las especies mediterráneas que sorprendentemente coexisten con estas en este peculiar espacio donde las encinas se mezclan con abetos y las hayas con madroños. Dentro de la fauna el quebranthuesos lo eclipsa tod, aunque la verdad es que más espectacular que el quebrantahuesos me sorprendió la facilidad con la que se observan alimoches en este entorno, tanto en la montaña como en los campos o en cualquier parte. Los rebecos también copan una buena parte del protagonismo aunque los animales pequeños como las mariposas ocupan un buen lugar en este espacio. Y si hablamos de paisajes nos encontramos con que son de lo más espectaculares, especialmente por sus elevados desniveles y esa "fractura" que tiene el parque llamada Cañón de Añisclo, con nieve o sin nieve, que dura más de lo que la gente se piensa, es un parque para recorrer a pie y disfrutar, la alta densidad de refugios nos pone fácil esta aventura por las segundas montañas más altas de la península.
En un dibujo he reflejado algunas de las imágenes del parque, la montaña es la peña montañesa, no es siquiera de las más altas ni de las más importantes pero es la que veía todos los días al salir del hotel, las flores no son precisamente las más raras pero las he puesto porque del Lilium tan solo encontré un ejemplar y el Jacinto por todo lo contrario, por ser abundantísimo en todo el parque, en cuanto a las aves he puesto el quebrantahuesos por su espectacularidad y dibujé precisamente a uno que me pasó delante de las narices en la zona de Sestrales, y sobre el alimoche, como he comentado me sorprendió su abundancia pues nunca lo había visto.
Una de las flores más bonitas que podemos encontrar en el pirineo es sin duda la azucena de los pirineo, una planta, que a pesar de su apriencia, con un tallo lleno de hojas hasta arriba es una bulbosa. Crece en bosques de hoja caduca, como son los hayedos en este caso o bien prados hasta casi 2000 msnm. Presenta 6 pétalos que por la forma en la que están, enrollados sobre si mismo cuesta contarlos bien. Florece desde mayo hasta agosto con esas bellas flores de color amarillo y moteadas. No suele soportar la umbría ni la humedad siendo un indicador de suelos secos y de carácter básico.
