En estos días la temperatura en Madrid es muy agradable, unos 15 grados secos, que ni frío ni calor, pero cuando va llegando este momento, el atardecer, la cosa cambia y hasta los pingüinos necesitan un buen abrigo. La imagen es bonita, las encinas al contraluz con el cielo de color naranja, pero en ese momento tuve que ponerme los guantes y resguardarme en una facultad de la autónoma. No había ni una planta en flor, en otra entrada os contaré porqué no había ni un jaramago ni ninguna similar, y es que el clima mediterráneo, imperante en casi toda la península se comporta en cada sitio de una manera, vamos un clima "autónomo" en este caso..
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